¿México está preparado para la Inteligencia Artificial?

México carece de una estrategia nacional específica para la IA, pero cuenta con fortalezas en su marco jurídico y protección de datos.

La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un motor de innovación y desarrollo a nivel global y México no es la excepción, de acuerdo con el reporte “Estado de Preparación en Inteligencia Artificial de México”, elaborado por la Unesco en colaboración con la Alianza Nacional para la Inteligencia Artificial (ANIA) y el Centro-i para la Sociedad del Futuro.

El reporte, el cual ofrece una visión detallada sobre el estado actual y los desafíos que enfrenta el país en materia de desarrollo e implementación de herramientas Inteligencia Artificial, se realizó mediante un proceso que involucró a más de 250 representantes de diversos sectores, entre gobiernos federales y estatales, órganos autónomos, organizaciones civiles, academia y la iniciativa privada.

La Inteligencia Artificial es un conjunto de tecnologías que sirven para automatizar procesos y simular ciertos rasgos de la inteligencia humana mediante sistemas informáticos. Entre las capacidades de la IA se encuentra el reconocimiento de voz, texto e imágenes, la traducción de idiomas y la generación de textos.

Algunos de los desafíos y oportunidades identificados en el reporte para México son:

1. Marco jurídico y gobernanza

México posee fortalezas significativas en su marco jurídico, especialmente en la protección de derechos humanos, privacidad y protección de datos. La legislación vigente, como la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares, establece principios robustos para el manejo de datos personales. Sin embargo, el país carece de un plan o estrategia nacional específica para la IA, lo que limita la capacidad de coordinar y fomentar su desarrollo de manera coherente y estratégica.

2. Educación y capital humano

Según el reporte, en 2022, México tuvo el mayor número de graduados de programas de maestría en ciencias de la computación en Latinoamérica, lo que demuestra una capacidad educativa importante. No obstante, los niveles generales de escolaridad siguen siendo bajos, y persiste una brecha de género considerable en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). La integración de tecnología en la educación ha avanzado, pero aún de manera insuficiente para cerrar estas brechas.

3. Economía e inversión

México lidera en inversión en I+D en Latinoamérica, aunque el monto per cápita es bajo. La inversión de capital de riesgo en IA alcanzó 266 millones de dólares en 2022 y 150 millones hasta septiembre de 2023. Sin embargo, se ha observado una reducción notable del gasto público en tecnologías de la información y comunicación (TIC) en los últimos años.

5. Producción científica y patentes

A nivel regional, México y Brasil concentran 95% de las patentes de IA en América Latina, según el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial. Sin embargo, la producción científica en IA sigue siendo baja comparada con estándares internacionales. Además, México se ubica en sexto lugar en Latinoamérica en términos de investigadores especializados en IA, por detrás de Chile, Ecuador, Brasil, Uruguay y Colombia.

6. Salud, trabajo e inclusión

En el sector salud, México no cuenta con una política clara sobre tecnologías digitales como la telemedicina. Existen aplicaciones de IA en servicios privados, pero falta una estrategia que asegure su acceso equitativo y uso ético. En el ámbito laboral, la IA plantea desafíos y oportunidades en la automatización de empleos y la creación de nuevas profesiones. No obstante, la falta de políticas inclusivas y programas de reentrenamiento limitan su potencial.

Recomendaciones

El reporte ofrece varias recomendaciones para desarrollar una hoja de ruta nacional que promueva el uso ético y responsable de la IA. Algunas de las propuestas clave incluyen:

  1. Desarrollo de un marco regulatorio integral: crear y adaptar leyes específicas para IA, armonizándolas con el marco constitucional existente y asegurando que promuevan tanto la innovación como la protección de derechos.
  2. Fomento a la educación y capacitación: implementar programas educativos que incrementen el nivel de escolaridad y reduzcan la brecha de género en STEM. Promover la formación continua y la actualización profesional en tecnologías emergentes.
  3. Inversión en investigación y desarrollo: aumentar el financiamiento público y privado en I+D, con énfasis en proyectos de IA. Establecer incentivos fiscales y programas de apoyo para startups y empresas tecnológicas.
  4. Mejora de la infraestructura digital: expandir la cobertura de internet de alta velocidad y mejorar la interoperabilidad de sistemas tecnológicos en sectores clave como salud y educación.
  5. Inclusión y sostenibilidad: Diseñar políticas que aseguren que los beneficios de la IA sean accesibles para todos los sectores de la población, promoviendo la equidad y la sostenibilidad ambiental en el desarrollo tecnológico.

La falta de una estrategia nacional específica para la IA, junto con brechas en educación, infraestructura y financiamiento limitan el avance del país en el desarrollo y el aprovechamiento de herramientas de Inteligencia Artificial. Sin embargo, las fortalezas en el marco jurídico y la creciente inversión en I+D ofrecen una base sólida sobre la cual construir, de acuerdo con el reporte de la Unesco.

 

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